En la visita que realizó el presidente Porfirio Díaz en 1909 a esta frontera, uno de sus actos fue colocar la primera piedra por la erección del monumento a Benito Juárez.
El monumento más
grande y representativo de esta ciudad es el grupo escultórico del Monumento a
Juárez, en el parque del mismo nombre. Se sitúa en el cuadrilátero que forman
las calles Vicente Guerrero, al norte; 20 de noviembre, al sur; Constitución,
al este; y Ramón Corona, al oeste.
Fue Porfirio Díaz
quien colocó la primera piedra, el 15 de octubre de 1909, víspera de su famosa
entrevista con el estadista norteamericano William Taft. El monumento fue
inaugurado el 16 de septiembre de 1910. Es parte de una serie de muestras
patrióticas del general Díaz, desplegadas con la intención de aminorar su
imagen cada vez más impopular. Esta obra tiene 89 años de edad, contando a
partir del día de su fundación. Enrique Clay Creel, entonces gobernador del
estado, acompañó desde la ciudad de Chihuahua hasta esta frontera al presidente
Díaz.
La realización del
trabajo correspondió al ingeniero civil y arquitecto Julio Corredor Latorre; el
proyecto se debió a los ingenieros Volpi y Rigalt; los planos estuvieron a
cargo del ingeniero José L. Argüelles y la obra negra fue dirigida por el
contratista chihuahuense Abel Guadarrama, quien también construyó la “Quinta
Gameros” en Chihuahua capital.
A pesar de
recientes remodelaciones al monumento, las esculturas en torno a la columna
presentan deterioros: a dos de ellas les falta parte de un brazo; quizá el
defecto no sea fácil de reparar, debido a que el mármol de su hechura perdería
calidad con agregados de cemento vil u otro material. Conviene recordar que los
altorrelieves y el vaciado en bronce de la figura superior fueron realizados en
Florencia, Italia, por artistas de aquel país; el mármol de las estatuas es de
Carrara, y el utilizado en el recubrimiento de la columna fue traído del estado
de Morelos.
En las viejas fotos
de sus primeras décadas, la gran columna domina como un gigante solitario el
paraje, casi baldío, de Ciudad Juárez en época revolucionaria: el parque carece
de árboles, en las cercanías combaten fuerzas militares, la ciudad es aún
pueblo de hombres a caballo y con sombrero. Algunas huellas de los tiempos
guarda el bronce del benemérito: tiene por lo menos un agujero de bala visible,
en la espalda, y tal vez las mutilaciones de las otras estatuas ocurrieron
durante encuentros armados.
http://docentes2.uacj.mx/rquinter/cronicas/monumento_benito_juarez.htm
http://docentes2.uacj.mx/rquinter/cronicas/monumento_benito_juarez.htm
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